Origen de la denominación madera de cedro español
Se oye mucho hablar de la madera de cedro español en el caso de los humidores. Pero la madera del llamado cedro español no procede de un árbol originario ni genuino de España. Se trata de madera de especies tropicales, bien de América del Sur o de África, pero no de España. Entonces, ¿por qué se conoce como cedro español? Los cubanos, principales productores de cigarros, empezaron a llamarlo así el siglo pasado por el atractivo de los humidores fabricados en España. Como les gustaba mucho cómo se construían los humidores en España, designaron a la madera que se empleaba en ellos madera de cedro español. Ellos consideraron que así era, que los humidores lucían tan bien por el material empleado, al que consideraron cedro español.
La madera de cedro que se utiliza para los humidores o la cava de puros no es el cedro que todos conocemos
La madera de cedro que se cultiva en España y que todos conocemos es un árbol. De hecho, los cedros constituyen un género (Cedrus) de coníferas pináceas. Su nombre procede del latín, cedrus. En la Península ibérica se cultivan tres clases de cedro: una natural de la cordillera del Atlas, otra de la zona del Himalaya y una tercera conocida como Líbano. Son grandes árboles de 25 a 50 metros de altura, muy ornamentales, que se emplean en bosques y jardines con grandes dimensiones. Su madera se usa para otros fines distintos a los humidores. Por ejemplo, se utiliza en la construcción de edificios o naval, pero su uso en la carpintería es limitado.
Por otra parte, en ciertos países también se suele llamar cedro (cedar, en inglés) a otras especies que son arbustos o árboles pequeños. Entre ellas, se encuentran las especies de las que se extrae la madera para los humidores.
Tipos de madera de cedro para los humidores
Generalmente, se emplean dos tipos de madera de cedro para el revestimiento interior de los humidores de puros. Ambas son aptas para los fines del humidor: guardar los cigarros en perfecto estado. Esto se debe a que se trata de maderas tropicales muy adecuadas para ambientes con elevados niveles de humedad y los cuales mantienen muy bien debido a su origen tropical.
La primera especie, conocida como cedro americano, se distribuye desde el norte de México hasta el norte de Argentina, incluidas las islas del Caribe. Es decir, está ampliamente distribuida a lo largo de América tropical. De hecho, forma parte de la flora nativa de la mayoría de los países latinoamericanos (a excepción de Chile).
Su madera está entre el color marrón rosado a rojo claro con la albura más clara. Desprende un gran aroma, pero también posee mucha resina. Esta última característica dificulta su uso en humidores a gran escala, puesto que necesita mucho tiempo de secado (puede llegar a ser 15 ó 20 años) y tratamiento para que la resina no surja dentro del humidor. Es aplicable en casos de ebanistería de producción a baja escala, cuando se puede tratar adecuadamente para evitar este problema.
La segunda especie de madera más empleada en los humidores procede del África tropical y algunos países de América del Sur. Llamado cedro bossé, crece en bosques semideciduos (caída de parte de las hojas de sus árboles) húmedos y en las zonas más secas y no perturbadas de bosques siempre verdes húmedos. Su madera es algo menos olorosa, más clara y no contiene tanta resina. Por lo tanto, es más apta para los humidores elaborados a gran escala.
Tipo de cedro que usamos en Wacota
Nuestros 40 años de experiencia nos han permitido comprobar que la madera del cedro bossé es la más idónea para el revestimiento interior de los humidificadores puros o las cavas de puros. Además de mantener la humedad dentro del humidor a los niveles idóneos para los cigarros –70 %–, su menor cantidad de resina la hace perfecta para su uso en los humidores. De esta forma, nos aseguramos que la resina no aparece tanto en los humidores con el paso del tiempo, como sí ocurre en el caso del cedro americano. Sus características son prácticamente iguales a las del cedro español, por lo que la perfecta conservación de puros queda garantizada.
Cedro español: “en peligro en la naturaleza” como una madera estrechamente regulada
La madera de cedro español, tan empleada en el interior de los humidores por sus excelentes características para la conservación de cigarros, tiene amplias regulaciones por proceder de una especie protegida. Los importadores y almacenes de madera y fabricantes de tableros tienen problemas para adquirirla desde 2019 por las regulaciones sobre la especie de árboles de la que procede esta madera. Cada vez hay menos cedro español disponible, tan sólo el almacenado.
El caso es que los árboles de los que procede esta madera están en dos de las principales listas de organismos internacionales sobre especies amenazadas. Se trata de las clasificaciones que hacen la Convención sobre el Comercio Internacional de Especies Amenazadas de Fauna y Flora Silvestres (CITES, por sus silgas en inglés) y la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN).
La CITES, formada en 1973, celebra una convención de los países implicados cada tres años. Durante este tiempo, añadirse (o reevaluarse y eliminarse) especies a una lista de tres niveles de especies en peligro que han llegado a conocerse simplemente como los «apéndices».
En el caso de la especie de árbol de cedro español, la CITES lo incluyó en su lista el 28 de noviembre de 2019. En concreto, la ubicó en el Apéndice II, lo que supone que es una especie que está en peligro en la naturaleza, pero no necesariamente en peligro de extinción. Es decir, esta madera está estrechamente regulada, pero normalmente no está restringida como en el Apéndice I.
¿Qué supone esto? La importación y exportación de madera en bruto incluida en los Apéndices I o II de la CITES puede ser complicada y costosa en la mayoría de los casos. Además, puede no ser legal ni recomendable en muchos de los casos, tal y como explican en The Wood Database.
En peligro, pero aún no en riesgo de extinción a medio plazo
Por su parte, la UICN, fundada en 1948, publica periódicamente una Lista Roja de Especies Amenazadas, con tres categorías según el nivel de peligro: en peligro crítico, en peligro o vulnerable. En esta lista, el cedro español, cuyo nombre científico es Cedrela odorata, se encuentra en el tercer nivel, el de vulnerable. Esto significa que no está en peligro, pero todavía se enfrenta a un alto riesgo de extinción en la naturaleza en un futuro a medio plazo.
La UICN utiliza el indicador de tres generaciones para determinar la tasa de agotamiento de una especie. Cuando se trata de los mamíferos y otros organismos de vida más corta, esta ventana de tres generaciones puede ser sólo de unos pocos años o décadas. Pero como los árboles pueden ser extremadamente longevos (varias décadas o incluso siglos para una sola generación), el calendario general de los árboles en peligro suele ser más largo que el de otras especies en peligro.
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