La humedad dentro de los humidores es el elemento clave para una perfecta conservación de los cigarros. Por ello, es importante monitorizar los niveles de humedad dentro del mismo con un higrómetro. Se trata de un instrumento que se utiliza para medir el grado de humedad en el aire, que se expresa comúnmente en porcentaje relativo.
Los higrómetros son útiles en una variedad de aplicaciones, como la supervisión del clima y el control de condiciones en entornos como laboratorios, almacenes, viviendas, entre otros. Por ello, hay una variedad de higrómetros para cubrir el amplio espectro de usos. En el caso de los humidores, los más empleados son el analógico y el digital. El primero está hecho con materiales orgánicos que cambian de longitud o volumen al variar la humedad ambiental, como cabellos, membranas de animales, maderas o fibras textiles. Por su parte, el higrómetro digital utiliza un sensor electrónico para medir la humedad, como un sensor capacitivo (dos placas metálicas separadas por una capa de material higroscópico).
¿Qué higrómetro elegir?
Las principales diferencias entre ambos son el nivel de precisión, siendo el digital más exacto; y el precio, siendo más económico el analógico. En cuanto al rango de medición, normalmente los higrómetros de uso doméstico tienen una horquilla de entre 20 y 90 % de humedad relativa, mientras que los de uso industrial poseen un rango de medición superior.
Los higrómetros vienen calibrados de fábrica, pero pueden descalibrarse si han estado en condiciones que afectan a su sensibilidad y precisión. Por ejemplo, por exposición prolongada a elevada humedad o temperaturas muy extremas, golpes o vibraciones que puedan alterar sus mecanismos internos o, incluso, en el caso de los analógicos, por deterioro o envejecimiento natural de los materiales orgánicos, como el cabello o el metal.
En los higrómetros digitales existe además la posibilidad de que sus sensores de humedad estén sucios por partículas del ambiente o hayan sido expuestos a condiciones extremas. También se pueden desconfigurar sus circuitos por picos elevados de corriente o por desgaste.
Calibrar el higrómetro correctamente garantiza que tengas mediciones fiables para mantener tu humidor en las condiciones óptimas. Para calibrar los modelos analógicos, se debe utilizar un método de solución salina saturada. Consiste en llenar un recipiente con sal y unas gotas de agua destilada, formando una pasta húmeda y colocar el higrómetro junto al recipiente con la pasta salina en una bolsa o recipiente sellados. Tras 24 horas a temperatura ambiente, el higrómetro debería leer exactamente 75% de humedad relativa.
Si tras el tiempo de espera, el higrómetro no marca el 75 % de humedad relativa, en el caso de los analógicos hay que usar el tornillo o la rueda de calibración para mover la aguja al 75%. Si es digital y no tiene ajuste manual, habrá que tomar nota de la desviación para tenerla en cuenta a la hora de hacer las lecturas. Por ejemplo, si marca 73%, sabes que debes sumar 2% a futuras lecturas de los niveles de humedad. Si tiene instrucciones de recalibrado manual, basta con seguirlas. También podría ser conveniente una limpieza cuidadosa del sensor.
Consejos para un buen control de la humedad
En todo caso, para una buena gestión de la humedad en el humidor, es fundamental utilizar un sistema de humidifación de calidad:
- Esponjas sobre bandejas (humedad natural)
- Bolsas de solución líquida (como las de Bóveda) que se autorregulan.
- Humidificadores electrónicos de precisión avanzada, como los sistemas mini-HR y HR6 de humidores Wacota.
Además, conviene revisar regularmente el nivel de humedad y ajustar el humidificador según las necesidades. También resulta útil inspeccionar de vez en cuando los cigarros para asegurarte de que no estén ni demasiado secos ni húmedos, ya que ambos extremos afectan a su calidad.
Por otro lado, hay que asegurarse de que el higrómetro está en una posición donde pueda medir con precisión la humedad dentro del humidor. Suele colocarse en la tapa interior del humidor o se puede poner junto a los cigarros. También conviene abrir regularmente el humidor, al menos una vez a la semana, para posibilitar que el aire fresco circule y no haya exceso de humedad.
Un control adecuado de la humedad preserva la frescura, el sabor y la calidad de los cigarros, prolongando su vida útil. Con atención regular a los niveles de humedad del humidor y gestionándolos para que estén siempre en los umbrales correctos, los puros siempre estarán en su mejor estado.
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