¿Con qué maridas tus cigarros?

Todo buen amante de los cigarros premium sabe la importancia de elegir bien la bebida con la que acompañar las fumadas. Está claro que un cigarro por sí solo te llena la boca de sabores y sensaciones, pero un buen acompañante puede realzar esas notas e intensificar el placer de degustar un buen cigarro.

Hay muchas bebidas que casan a la perfección con los aromas que desprenden los cigarros. Aunque, como en todo, es una cuestión de gustos, como normal general hay que elegir una bebida que realce los sabores del cigarro y acompañe su fumada. No puede tapar ni anular sus aromas.

Así, por lo general, los cigarros suaves maridan mejor con licores suaves. Por su parte, los cigarros con más cuerpo pueden degustarse tomando espirituosos más potentes. La lista de bebidas para acompañar una fumada es muy larga, pero se puede resumir en unas cuantas que son las principales o más empleadas por los aficionados.

Ron y café, fieles compañeros de los cigarros premium

Un fiel amigo de un buen cigarro es el café. Sobre todo, es un buen acompañante de los cigarros con fuerza. En especial, si se toma el café solo. El ron, la bebida caribeña por excelencia, es también muy elegida por los fumadores de cigarros premium. Resalta los sabores a caramelo, vainilla, chocolate, miel, especias y flores de los cigarros premium. Son especialmente recomendables los rones oscuros y añejados.

Otros espirituosos que van muy bien con los puros el coñac, que permite un buen maridaje en las fumadas nocturnas. El whisky es otro buen compañero de las fumadas. Tanto el whisky escocés como el bourbon pueden complementar bien diversos tipos de cigarros, desde suaves hasta más robustos. Ambas bebidas son perfectas para cigarros potentes, con cuerpo.

Aunque es algo más complejo, también se puede beber vino mientras se fuma. El vino se toma sobre todo en las comidas para realzar el sabor de los alimentos, pero no está prohibido tomarlo para acompañar a un cigarro.

Hay expertos que opinan que lo mejor es beber vinos con la misma procedencia de los puros. Es decir, que el origen de ambos sea igual o parecido, por ejemplo, del mismo país o parecida área de cultivo de sus respectivas plantas.

También se habla de tener en cuenta el tiempo de añejamiento de ambos, tabaco y vino. Es decir, que haya un equilibrio entre la fortaleza y los taninos, de forma que uno no sobresalga en exceso sobre el otro.

Los vinos tintos, como un buen Malbec o Cabernet Sauvignon, suelen maridar bien con cigarros más fuertes. Por otro lado, los vinos blancos, en concreto el chardonnay, son una buena opción para resaltar los sabores a madera de puros suaves, pero también sus aromas a avellana, miel y caramelo. Los tintos son perfectos para cigarros más fuertes.

Finalmente, los amantes de las cervezas también disfrutar de ellas mientras se fuman un buen cigarro. Cervezas artesanales, stouts o incluso cervezas amargas pueden complementar algunos cigarros, dependiendo de sus perfiles de sabor.